El Ayuntamiento de Estella-Lizarra, a través de la concejalía de Servicios, ha reformado recientemente un tramo de acera de unos 40 metros de longitud en la calle Espoz y Mina. En los últimos años las raíces de los árboles habían provocado que muchas baldosas terminasen por romperse deformando el pavimento, y la zona se había vuelto peligrosa para los peatones. Había constancia de algunas caídas y, por eso, hace semanas que se señalizó convenientemente la zona advirtiendo del riesgo.
Lo que se ha hecho ahora ha sido picar toda la acera, unos 80 metros cuadrados junto al acceso al tanatorio, y reponer las baldosas, así como agrandar los alcorques de ocho árboles dificultando que las raíces puedan volver a levantar las baldosas. En breve se va a habilitar también un sumidero para evitar que se creen balsas de agua cuando llueve copiosamente.