Nos dirigimos al Ayuntamiento de Estella Lizarra en representación de diversos ayuntamientos independientes de la Merindad, para expresar nuestra profunda preocupación por la salida de Estella Lizarra tanto del Consorcio Turístico como de TEDER, decisión que respetamos, pero que llamamos a reconsiderar, porque sólo con la unión de toda la merindad estellesa conseguiremos tener cierta
representatividad.
Estella es la cabecera de la merindad, la población que goza de centralidad y con la que todos nos sentimos identificados. Nuestros pueblos necesitan a Estella Lizarra, porque es el municipio en el que compramos, al que vamos al médico, al que acudimos si necesitamos algún trámite legal: Registro de la Propiedad, Hacienda Foral, Tesorería de la Seguridad Social, entidades de crédito, educación,
ocio y, esperamos que, de nuevo, podamos también tramitar el DNI.
No obstante, Estella Lizarra también necesita de su merindad, en una relación simbiótica que lleva manteniéndose a lo largo de los siglos. Su comercio, los servicios citados y, en general, las infraestructuras de la Ciudad del Ega precisan de nuestros vecinos y vecinas para dar viabilidad, vitalidad y continuidad a su existencia, sino corremos el riesgo de la deslocalización de los mismos.
Que la unión hace la fuerza a nivel geopolítico es indiscutible, y prueba de ello la constituyen las sinergias conseguidas a través del proceso de integración en la Unión Europea, pero también en la pérdida de fortaleza sufrida tanto en Reino Unido como en el resto de la UE tras el Brexit.
Queremos extrapolar esta reflexión a nuestras organizaciones en común, Consorcio Turístico de Tierra Estella, TEDER y Mancomunidad de Montejurra.
En el Consorcio Turístico Tierra Estella, la salida de la capital de esta organización ha supuesto un duro golpe para todos, ya que la desvinculación de Estella Lizarra va a debilitar la cohesión de la merindad. Y, si bien existe el riesgo de que, sin la participación de Estella Lizarra, el acceso a importantes ayudas y fondos regionales se vea comprometido para el resto de los municipios, la salida también va a limitar el acceso de la ciudad a importantes ayudas europeas, que se gestionan conjuntamente y están destinadas a impulsar proyectos turísticos de comarcas y entidades consorciadas, no proyectos individuales que se limitan a una sola localidad.
En cuanto a TEDER, en la última década ha impulsado una amplia variedad de acciones orientadas al desarrollo rural y a la mejora de la calidad de vida en Tierra Estella. Entre las iniciativas más destacadas se encuentran, la gestión de fondos Leader y Proyectos de Desarrollo Local Participativo, los Programas formativos y de sensibilización en áreas como la prevención de la violencia sexual, capacitación para el emprendimiento y formación en igualdad, servicios de asesoramiento especializado, entre los que destacan el servicio de Infoenergía, que asesora sobre eficiencia energética y gestiona bonos sociales, siendo un referente a nivel nacional, y el servicio de apoyo al emprendimiento, orientado a ayudar a la puesta en marcha o consolidación de negocios, y el impulso a la innovación y al comercio rural con proyectos como el lanzamiento de proyectos comarcales que
buscan fortalecer la cadena de valor de los productos locales, mejorando su difusión y accesibilidad.
El análisis revela que estas acciones han beneficiado específicamente a la ciudad y sus habitantes: el servicio Infoenergía atendió en a 455 personas en Estella-Lizarra y gestionó 49 bonos sociales, contribuyendo directamente a mitigar la pobreza energética en la ciudad; se asistieron 110 iniciativas de apoyo al emprendimiento en la ciudad y los cursos de formación y proyectos de igualdad y violencia han contado con la participación activa de agentes y ciudadanos de Estella, reforzando la capacidad local para enfrentar desafíos sociales.
En resumen, aunque TEDER desarrolla muchas de sus acciones a escala comarcal, la mayor parte de ellas han tenido beneficios directos y cuantificables para Estella-Lizarra. Estos esfuerzos refuerzan la idea de que, si bien algunas iniciativas se extienden a toda la merindad, un número significativo de ellas impacta de forma directa y positiva a Estella, consolidándola como un núcleo de referencia en el
desarrollo rural y local.
Con ambas entidades hemos sido capaces de lograr una marca, Tierra Estella, con la que este territorio encuentra espacio a nivel estatal.
¿Por qué desintegrar esta unión? Es evidente que ha sido la propuesta de reformar los estatutos de ambas entidades para asignar el voto en función del número de habitantes de cada municipio el que ha llevado a la salida de Estella. Entendemos que la intención de adaptar la representatividad a la realidad
demográfica busca ajustar la toma de decisiones a la magnitud de cada población.
Sin embargo, esta modificación podría traducirse en un desequilibrio significativo, relegando la voz de los municipios más pequeños y comprometiendo la equidad y cohesión que han caracterizado hasta ahora el trabajo conjunto de más de 25 años en la merindad.
Queremos recordar que el principio del “un miembro, un voto” garantiza la igualdad en el proceso decisorio y preserva la diversidad de perspectivas y necesidades propias de cada localidad, independientemente de su tamaño.
Y no es un empeño de cuatro pueblos pequeños sin apenas habitantes, puesto que tenemos ejemplos internacionales de que este sistema funciona.
Sin ir más lejos, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, por ejemplo, cada país cuenta con un voto, y ello con independencia de que las contribuciones económicas difieren notablemente según su capacidad: países con economías más fuertes, como Estados Unidos y Alemania, aportan porcentajes significativos al presupuesto de la ONU (en algunos casos, más del 20 % en conjunto de los países desarrollados); por el contrario, países en desarrollo realizan contribuciones mucho menores, adecuadas a sus capacidades financieras.
Este esquema evidencia que es posible mantener la solidaridad entre los pueblos, dando importancia a todas las voces, sin importar tanto el número de habitantes o la capacidad de financiación.
De forma análoga, creemos que, en nuestro entorno local, la equidad y la diversidad de representaciones no deberían verse comprometidas al modificar el sistema de votación.
Tampoco podemos olvidar a los socios privados que participan de ambas entidades: su labor es encomiable y su opinión y su voto es esencial a la hora de tomar decisiones.
Dicho esto, queremos destacar que no sólo hay dos sistemas posibles de votos, y la realidad en la que también Estella participa nos enseña que existen otros muchos sistemas posibles, como el caso de la Red Española de Ciudades por el Clima, donde se distribuye el número de votos por tramos de población, siempre garantizando un voto por entidad local. O la propia Federación Navarra de
Municipios y Concejos.
Por esto mismo apoyamos con nuestros votos la iniciativa de impulsar sendos procesos participativos impulsados desde las dos organizaciones: porque de la reflexión conjunta y sincera pueden surgir mejoras. Desde luego, nada vamos a conseguir a golpe de decisiones impulsivas y opiniones mediáticas vertidas en los medios por unos y otros.
En nuestras organizaciones, desde sus inicios el sistema de voto ha permanecido inalterado. Creemos que, después de más de 25 años de andadura juntos, bien nos merecemos un espacio de reflexión pausada, alejada de debates publicitados a golpe de titular. El debate ha de ser público y sincero, en un espacio de diálogo en el que se valoren alternativas que garanticen la representación justa de todos los municipios, evitando que la disparidad demográfica se traduzca en una disparidad en el poder decisorio.
Este debate debe realizarse entre todos, dejando a un lado las negociaciones partidistas. En ambas entidades estamos representados entidades locales y entidades privadas, y las negociaciones ajenas a una mesa común pervierten la transparencia y el sistema democrático: el derecho de afiliarse a un partido implica también el derecho a decidir no hacerlo, y ello sin merma de la representatividad política de quien ha sido democráticamente elegido.
Queremos terminar con una reflexión de Lluís Bassets: “La esperanza frente al miedo. La imaginación política frente a la parálisis intelectual. La mirada global y europeísta frente al nacionalismo y al ambigüismo de los intereses particulares. Las ideas y la reflexión frente al ruido y los bulos de las redes sociales”.
Confiamos en que la voluntad de trabajar conjuntamente en beneficio de toda la comunidad prevalecerá y quedamos a la espera de una respuesta que permita iniciar una discusión constructiva y equilibrada sobre el futuro de nuestra organización.